Ahora que sabes conjugar un verbo en imperativo positivo, toca examinar el caso de los verbos reflexivos, pues te preguntarás qué hacer con el pronombre.
Cuando conjugas un verbo reflexivo en imperativo positivo, tienes que colocar sistemáticamente el pronombre no delante del verbo, sino detrás y pegado al verbo (un poco como en francés: réveille-TOI, dépêchons-NOUS…, sólo que en francés, el pronombre no está pegado al verbo). Este fenómeno se llama « enclisis », y también lo puedes encontrar en infinitivo (peinarSE, aburrirSE…) y en gerundio (estoy duchándoME, estamos divirtiéndoNOS…).

El único problemilla es que añadir un pronombre al final de una palabra sin hacer nada supone cambiarle la acentuación, lo cual es imposible: por lo tanto, muy a menudo, la enclisis acarreará la aparición de un acento escrito para mantener la posición del acento original.
Parece muy complicado, pero no… ¡Tranquilo! Una vez más, se trata de reflexionar un poquito y de aplicar la regla de acentuación respetando las siguientes etapas:

